Muebles Pepín
Una historia de más de 130 años

En 1869, nace Francisco Rubio Méndez, en la localidad de Sorbas. Eran tiempos donde existían oficios básicos, muchos de ellos ya extinguidos. Había 5 o 6 carpinteros que hacían de todo, incluidos carruajes, pero Francisco era ebanista y fabricaba utensilios para las casas: muebles, mesas, sillas, etc. En 1889, a sus 20 años, ya llevaba su propio negocio. En 1924, fallece a la edad de 55 años. Para esas fechas, el negocio lo regentaba su hijo Diego Rubio Clemente, nacido en 1897. Corrían tiempos difíciles en los que apenas había dinero y se practicaba el trueque.

En 1931, lamentablemente, Diego fallece a la temprana edad de 34 años. En esa época, por un simple resfriado o infección, la gente perdía la vida.
Rotos de dolor por la pérdida. su viuda, Ana Mañas Pérez, se armó de valor y tomó las riendas, comenzando una nueva era en el negocio familiar.

Ana tuvo que hacer frente a una modernización del sector, ya que empiezan a surgir fabricas de muebles, comercializando los productos que se adquirían en estas grandes fabricas. Posteriormente, se expande el negocio, añadiendo un almacén de muebles. Todo un logro en aquellos tiempos que corrían en nuestro país.

Sorbas tenia alrededor de 9.000 habitantes. Era una gran comarca.

En 1945, su hijo José Rubio Mañas toma el relevo y se hace cargo del negocio.

En esa época, era de las pocas tiendas de muebles existentes en la provincia. Muebles Pepin era el establecimiento de referencia en la zona, tanto en el levante almeriense como en los campos de Nijar.

En 1975, fallece Ana Mañas Pérez a los 80 años.

Recién llegado de la mili, sobre el año 1980, llega al negocio Diego Jesus Rubio Cazorla, hijo de José “Pepin”, quien desde bien pequeño había mamado el oficio de su padre.

Se dedicó plenamente al negocio, siguiendo una única directriz: trabajar, trabajar y trabajar.

Diego Jesús da al negocio un soplo de aire fresco, siempre contando con el respaldo de su padre, e incorporando a su mujer María Antolín Sorroche, oriunda de la vecina Uleila del Campo.

El binomio formado por Diego y Maria dieron al negocio un toque más actual, ya que los tiempos empezaban a cambiar y había que diferenciarse.

En 1992, se reforman las instalaciones y se renueva la oferta de productos.

Como todo en la vida, se viven experiencias buenas y otras no tanto. El peor recuerdo data de mayo de 1992, cuando una fatídica noche, en vísperas de la gran inauguración, se produjo un incendio en la tienda. Tanto José como Diego Jesús, vivían con sus respectivas familias en el mismo edificio donde ocurrió.

Fue un horror ver los rostros de toda familia invadidos por el miedo, al mismo tiempo que todos sus sueños se desplomaban. Al día siguiente se inauguraba la tienda, y el que iba a hacer uno de los días más felices, se convirtió en una pesadilla, pues habían perdido todo.

Sin tiempo que perder y haciendo de tripas corazón, se pusieron manos a la obra, y gracias a la ayuda de la familia, vecinos, proveedores y buenos clientes, consiguieron, una vez más, salir adelante.

En el año 1993, otro triste suceso los golpeó. Diego Jesús sufrió un accidente laboral en la carpintería, presenciado por su hijo mayor, que por aquel entonces tenia 7 años. Debido a este duro percance, se toma la decisión de cerrar la carpintería, pues toda la familia quedó muy afectada.

En 1998, fallece José Rubio Mañas, a los 73 años de edad. El siempre recordado “Pepin”, una persona muy querida en la comarca, incluso a día de hoy los clientes y vecinos lo recuerdan.

En 1999 comienza a rondar la idea de un nuevo proyecto: la construcción de la actual tienda, en la zona nueva del pueblo.

Fue entonces, al año siguiente, en el 2000, cuando se inauguran las actuales instalaciones, con casi 1000m2 de exposición. Aquello fue una gran apuesta e importante inversión, pero gracias a Dios, fue un éxito y año tras año siguen mejorando para tener una de las mejores tiendas de la provincia.

En 2004, se suma al negocio Adrian Rubio Antolín, hijo mayor de Diego Jesús, dedicándose durante 2 años a las labores de montaje. Culminado ese tiempo, se incorpora el hijo menor, Diego Jesús Rubio Antolín, quien acababa de terminar sus estudios de carpintería y fabricación de mueble.
Con la llegada de su hermano, Adrian se especializa en la venta de muebles estudiando decoración, marketing y diversos cursos relacionados con su puesto de trabajo . Gracias a su buen hacer, poco a poco sus padres van cediéndole la gestión del negocio familiar, contando siempre con el apoyo de su hermano.

Sobre el 2007, llega la famosa crisis financiera que azotó a todo el mundo. Fueron tiempos duros, pero el incansable trabajo que aportaba la nueva generación, junto con la experiencia de Diego y Maria, así como la dedicación de Juan Miguel, su montador desde hace mas de dos décadas, consiguieron posicionarse entre las 5 tiendas mas importantes de Almería.

Decidieron volcarse en la herramienta más importante que la globalización nos ha dado: internet. Gracias a las redes sociales pudieron llegar a muchas personas y transmitir la filosofía de Muebles Pepín, que a pesar de haber evolucionado, conserva la esencia de sus comienzos, apostando por un producto de gama alta donde predominan la calidad y el servicio.

Desde entonces, se han propuesto invertir en los mejores productos que existen en el mercado, ofreciéndote el mejor precio.

En los últimos dos años se ha añadido a la exposición una zona de cocinas, descanso, armarios empotrados, baño y un área juvenil. Todo esto, con el único fin de que los clientes encuentren todo lo que buscan.

Muebles Pepín funciona como una familia, ardua tarea en los tiempos que corren, pero lo han conseguido yendo todos en la misma dirección, construyendo con los clientes una relación duradera que va mas allá de lo puramente profesional. Estos pequeños detalles hacen que disfruten con su trabajo, algo que desean transmitir a la siguiente generación, que a día de hoy cuenta con dos miembros, los pequeños Alma y Adrián Jr., quienes si lo desean, y la salud lo permite, podrán seguir los pasos de sus padres y abuelos.

La familia de Muebles Pepín esta compuesta por Diego Jesus Rubio Cazorla y su esposa María Antolín Sorroche, sus dos hijos, Diego y Adrian, y el único trabajador ajeno a la familia Juan Miguel, a quien consideramos uno más de nosotros.

Esta historia se esta redactando en Abril de 2020, en pleno confinamiento del mundo por el virus covid-19. Una batalla en la que saldremos triunfantes si actuamos con la responsabilidad que merece.

Como habéis visto, detrás de cada empresa hay una historia, con experiencias buenas y malas. Este camino se ha recorrido gracias al apoyo de los clientes, que como decíamos antes, traspasan la barrera de lo comercial y se convierten en amigos. Si sus antepasados los estuvieran viendo, posiblemente que se sientan orgullosos de lo que se ha conseguido y evolucionado desde aquel 1889, cuando se comenzó a construir lo que hoy conocemos como Muebles Pepín.

Documento de Servicios en la comarca en 1900
Documento de Servicios en la comarca en 1900
Cartel de Pikolin en nuestra fachada en 1980
Cartel de Pikolin en nuestra fachada en 1980
Nuestra tienda La componen 3 plantas de 300m2
Nuestra tienda La componen 3 plantas de 300m2
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